Cefalea tensional se llama a la forma más corriente de dolores de cabeza que se manifiestan, sobre todo, en personas adultas y en adolescentes, aunque estos dolores pueden presentarse también en los niños.
Las cefaleas tensionales (también llamadas cefaleas musculares) se producen cuando existe una tensión entre los músculos del cuello, la cabeza e incluso la cara, y el dolor es una fuerte contracción en la parte alta de la cabeza.
Los fuertes dolores de cabeza producen debilidad, este es uno de los primeros síntomas que sufre una persona que padece cefaleas tensionales.
La falta de concentración, el cansancio y los trastornos en el sueño son también síntomas frecuentes. En algunos pacientes puede manifestarse la falta de apetito, de aire y nauseas.
El mal humor y la intolerancia son producto de todos estos padecimientos que sufren los pacientes.
La cronicidad de esta afección depende de cuántas veces por semana sufre una persona fuertes dolores de cabeza: si suceden entre dos o más veces por semana durante algunos meses, puede considerarse una afección crónica.
Son variadas las causas que dan origen a las cefaleas tensionales y muchas veces son producto de acontecimientos externos, como malas posturas corporales, estrés, ansiedad, depresión.
Entre todas estas, la más común es la mala postura, ya que es habitual que las personas hoy en día trabajen muchas horas frente a la computadora o muchos adolescentes vean durante largas horas televisión, lo que produce tensión ocular y fatiga.
Las actividades que exigen que la cabeza mantenga una sola posición y que pase un largo tiempo sin moverse son las que producen dolores de cabeza.
Dormir mal es otra de las causas, no solo por la postura del cuello sino por las pocas horas que, en la vida moderna, las personas le dedican al sueño.
Si bien todas estas causas son bastante conocidas, se le da poca importancia a ciertos hábitos que son pasados por alto a la hora de terminar con los dolores de cabeza: el consumo de alcohol, de tabaco, el exceso de cafeína, son costumbres de las cuales las personas no se pueden desprender.
Entre los exámenes complementarios que el médico puede pedirle al paciente se encuentran el TAC cerebral (Escáner), resonancia magnética de cráneo, rayos X de senos paranasales, entre otros.
Entre las posibilades de tratamiento encontramos las técnicas de inducción miofascial que irán a tratar la musculatura afectada como los paravertebrales, suboccipitales, supra o infra hioideos como incluso musculatura propia de la cara y de la cabeza que suele generar cefalea cuando el paciente tiene además bruxismo (tensión en la mandibula en las noches).
En combinación con estas técnicas de tratamiento fascial se pueden aplicar técnicas de movilización articular (Mulligan) que ayudaran a corregir el fallo posicional que generalmente ocurre en las dos primeras vertebras cervicales C1-C2 cuando existe un cuadro de cefalea tensional.
M.S.c.: Manuel Padrino/ Fisioterapeuta
